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domingo, 6 de noviembre de 2016

Creo en ti

Día abatido, pero en ese mismo día, la felicidad, el apoyo, la solidaridad y la confianza. En la mañana del 31 de octubre escribí un texto triste en este blog, titulado, "pobre". Fui acompañar a Fabián a entregar unos libros a la biblioteca Luis Ángel Arango. En el bus, de regreso a casa, me encontré con MaE. Ella vio mi cara de aburrimiento. Me preguntó por ello. Le conté lo de los papales para conseguir un apartamento en arriendo. Ella me ofreció su ayuda, sin dudarlo. Gracias vida por tan lindas amistades, por regalarme ese apoyo moral, que a veces es suficiente para continuar con la vida diaria.

Ese mismo día en la noche, tuve clase de inglés. Tenía el examen de speaking. La verdad no hablo bien. Me equivoco mucho. Soy muy torpe con eso. El profesor, Jorge, fue benevolente conmigo. Tuvo consideración. No sé por qué. Al final, extendió sus manos, esperando que yo reposara mis manos en las suyas. Y me dijo, "yo creo en ti".

Obviamente, me advirtió que yo podía mejorar. Me preguntó  que si estaba trabajando. Le dije que estaba desempleada. Me dijo que el primer día de clase estaba muy mal. Pero que si yo invertía tres horas diarias, una escuchando y leyendo textos en inglés; otra, haciendo ejercicios de oraciones en pasado y en pasado continuo y de preposiciones. No conecto las oraciones. Y otra hora, grabarme hablando en inglés para que aprenda a improvisar.

Salí feliz de clase. Yo a veces no creo en mi. Ese gesto fue hermoso. Unas palabras que me convencieron de que si practico lo puedo algún día lograr. Esas palabras mágicas de confianza en mi. Han pasado varios días, pero por diversas actividades no cumplí con la tarea sino solo el siguiente día, 1 de noviembre de 2016. Pero hoy, 6 de noviembre de 2016, estoy en la Hemeroteca de la Universidad Nacional, dispuesta a estudiar y a meterle ganas a la vida y al inglés.

Gracias vida.

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