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viernes, 23 de junio de 2017

Cine revuelto lleno de spoilers

Yojimbo (El mercernario, Akira Kurosawa, 1969, 110 minutos). Película en blanco y negro, con planos de detalle y generales, ambientada en una aldea de Japón, durante la era Meiji (23 de octubre de 1868 - 30 de julio de 1912) en un periodo de guerra y hambruna. Es un western porque las confrontaciones suceden en la vía y plaza pública de la aldea. Dos clanes Yakuza están en guerra. Yojimbo es un samurai que hará que los clanes en disputa se exterminen así mismos, haciéndoles creer a cada uno que trabajará para ellos. Hay dos personajes que me llamaron la atención: el policía y el tendero. El policía es hipócrita y no cambia en el relato respecto al Samurari, mientras que el tendero, al principio, no le cree al Samurari y, al final, descubre su bondad y le ayuda en su plan.  Es un personaje que se transforma en la narración. Otro personaje rompe con el ciclo de la violencia. Es un hijo de uno de los clanes, quien debe matar al Yojimbo pero decide escapar. Al final de la narración el hijo regresa y es reprendido por su madre. La traición, avaricia y poder son los que llevan a la destrucción de si mismos. Es la primera película de Kurosawa que veo, y es uno de los mejores cineastas del siglo XX.

Sin mover los labios (Carlos Osuna, 2015, 96 minutos). Es una película rara, oscura, chistosa, experimental, en resumen es bizarra. El relato principal es en blanco y negro mientras el relato televisivo es a color. Se comparan los personajes y sus historias. La historia se basa en una madre sobre protectora con su hijo. El hijo detesta a la madre y consigue vociferar contra ella cuando muere y la convierte en un personaje de su repertorio ventrílocuo. Es un hijo bastardo con dos medio hermanos campesinos que lo transforman en un ritual. Al final es invisible. Dos relatos paralelos, el televisivo melodramático y el cineasta inesperado. El relato principal parece que no va a llegar a ninguna parte hasta que el personaje principal desaparece. Es como la trillada frase de hablar por los sin voz. El personaje principal casi no tiene voz, necesita de la voz de sus personajes ventrílocuos.

La vida me mata. (Sebastián Silva, 2007, 92 minutos). Es una película sobre el duelo. Es difícil aceptar la pérdida de los seres queridos. Dos relatos. Uno, sobre la pérdida de un hermano y, el otro, es sobre un cortometraje, en el cual actúa un personaje que se parece al hermano muerto. Varias veces una directora de cine dice que "el amor mata", el cual es el tema del cortometraje dentro de la película.  Esta película me pareció mejor que Sin mover los labios. Aunque los temas son distintos, utilizan otro relato -cinematográfico en este caso y televisivo en el otro- para explicarse o contextualizar la historia. Es inquietante por el suicidio, la muerte, el amor y la vida.

Amén (Kim Ki-Duk, 2011, 96 minutos). Una historia que, la verdad desde mis instintos o ideas feministas, no me gustó mucho. Una chica asiática esta pérdida en Europa. Viaja de Venecia a París. Un hombre la viola en el camarote del tren. El hombre nunca revela su rostro sino que usa una máscara y chaquetas con estampado militar verde olivo. Ella se halla pérdida y lo llama a las puertas, grita su nombre en distintas direcciones esperando encontrarlo. Ella es perseguida por él. Cuando la violó ella quedó en embarazo. Ella va a abortar al hospital pero se arrepiente. El hombre la persuade con mensajes para que no aborte. ¿Hasta dónde ella es influenciada por él para no abortar? Me parece que quién toma la decisión es él. El decide que esa nueva vida es más importante que la decisión de la propia mujer. El le entrega el pasaporte en una iglesia. Al final ella le quita la máscara y el desaparece. Película a color, con una narración clásica -principio, conflicto y fin-, y es sobre estar perdido, buscar a alguien y al final solo tenerse así mismo.

Sympathy for Mr.Vengeance (Boksuneun naui geot) (Park Chan Woon, 2002, 129 minutos). Película surcoreana sobre la necesidad, la vida o lo que eres capaz de hacer por alguien cuando no tienes dinero. Algo así como el fin justifica los medios pero esto desata una venganza en la que todos mueren. El personaje principal es un joven sordomudo que trabaja en una fábrica de tornillos o puntillas. El joven tiene su hermana enferma y necesita un riñón, pero en este país es muy costosa esta operación y se requiere de un donante. El joven busca una banda de tráfico de órganos para intercambiar su riñón, por uno apto para su hermana, y por el dinero, pero le quitan el riñón y no le dan el dinero. Entonces, una joven brillante, quien es la novia del chico, orquesta el secuestro de la niña del dueño de la empresa. Todo es una locura, desde el inicio, la tensión mantiene al espectador pegado al relato.

No country for old men (Joel Coen,  Ethan Coen, 2007, 122 minutos). Una película del viejo oeste. El cazador se convierte en presa. Es sobre la avaricia. Un hombre común y corriente coge el dinero de una venta de droga. Ambientada en los años ochenta. Tiene mucha ficción, pocos diálogos, excelente fotografía con tonos ocres, excelente actuación de Javier Bardem. La esposa de Llewelyn Moss parece un figurín, aunque su actuación es excelente, en el relato la veo como un personaje que contextualiza quién es Moss. En resumen, la historia es sobre el bueno, el malo y el policía que los persigue en una mezcla de géneros western, triller, noir.

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